“Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer mundo. Así, se fueron los tres con su burro y pasaron por 5 pueblos.
Pero al pasar por el primer pueblo, oyeron que la gente comentaba: ‘¡Mira ese chico mal educado! Él, arriba del burro y los pobres padres, ya mayores, llevándolo de las riendas!’
Entonces, la mujer le dijo a su esposo: ‘No permitamos que la gente hable mal del niño.’ El esposo lo bajó y se subió él.
Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba: ‘¡Mira qué sin vergüenza ese tipo! Deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima’. Entonces, tomaron la decisión de subir a la mujer al burro mientras padre e hijo tiraban de las riendas.
Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba: ‘¡Pobre hombre! Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro. Y pobre hijo... ¡qué le espera con esa madre!’
Se pusieron de acuerdo y decidieron subir al burro los tres para comenzar nuevamente su peregrinaje.
Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que sus pobladores decían: ‘¡Son unas bestias, más bestias que el burro que los lleva, van a partirle la columna!’
Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro. Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer lo que las voces decían sonrientes:
‘¡Mira a esos tres idiotas: caminan cuando tienen un burro que podría llevarlos!"
Miguel Costa
martes, 1 de junio de 2010
Dirigir nuestra vida o ser exclavo de las opiniones de los demás
Publicado por
Instituto de Psicología y Desarrollo Personal Psicode
Etiquetas:
autoestima,
desarrollo personal,
felicidad,
inseguridad,
Miguel Costa
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